En qué consiste la tendinopatía
Los tendones insertan los músculos a los huesos articulares transmitiendo así la fuerza muscular a los huesos durante el movimiento. Con el término tendinopatía nos referimos a los procesos patológicos de los tendones que pueden cursar con o sin inflamación.
Las causas de la tendinopatía pueden ser varias. Se estima que las lesiones tendinosas representan 30-50% de todas las lesiones que se producen en el deporte. Por ejemplo, las lesiones en el tendón de Aquiles son mas prevalentes en deportes que impliquen correr mientras que los problemas de hombro aparecen en deportes que implican tirar objetos o que requieran movimientos aéreos.
Una causa frecuente de lesión tendinosa es la hiper-musculación. El tendón, al ser resistente y poco elástico, puede sufrir con el ejercicio muscular repetido, respondiendo al sobre-esfuerzo con una inflamación. También los entrenamientos excesivos y mal ejecutados pueden producir sobrecargas tendinosas. En general, una demanda excesiva junto con micro-traumatismos por repetición suelen ser causas frecuentes de patología tendinosa.
La tendinopatía también afecta a las personas que realizan tareas repetitivas en sus trabajos, deportes u otras actividades rutinarias. Las tareas domésticas a menudo requieren movimientos repetitivos y con el tiempo existe riesgo de desarrollar una tendinopatía.
Síntomas
Los síntomas varían de unos pacientes a otros. Los más comunes son el dolor y la sensibilidad alrededor del tendón afectado. Estos síntomas pueden ir acompañados de hinchazón cerca del tendón lesionado.
Con frecuencia los pacientes experimentan:
- Aumento de dolor y síntomas relacionados con la actividad.
- Un crujido (crepitus) cuando se utiliza el tendón que, en general, es desagradable y doloroso.
- Empeoramiento de los síntomas durante la noche y al levantarse por la mañana.
La presentación de la tendinopatía puede ser de forma progresiva y se puede describir en las siguientes 4 fases:
- En la primera, el deportista tiene dolor después del ejercicio físico cuando se enfría
- La segunda etapa o fase se da cuando el tendón duele antes y después del deporte, pero durante la realización del ejercicio físico el dolor desaparece, siendo ésta la última fase en la que la tendinopatía permite hacer deporte
- En la tercera fase, el tendón duele antes, durante y después del ejercicio físico, y no permite hacer deporte con normalidad
- En la cuarta fase se ha producido una rotura tendinosa, sobre una base de tendón degenerado
Sin embargo, esa presentación también podría darse de forma aguda o abrupta por lo que, durante la realización del ejercicio físico, el deportista notaría un dolor agudo en el tendón. Esto indica que como poco, existe una rotura parcial del tendón y a partir de este evento tiene dolor en el tendón afectado.
Entonces, ¿cómo se trata la tendinopatía? ¿Hay que parar la actividad deportiva?
La actividad deportiva nunca debe pararse a causa de un tendón. El tendón es una estructura completamente adaptable, hipertrofiable, entrenable, metabólicamente activa y que actúa como transmisor y dispersor de fuerzas.
En el mundo del deporte la patología y la lesión muscular son el principal problema. Si a eso le añadimos que el tendón está pegado al músculo y que la zona más débil es la unión músculo-tendinosa, por donde se rompe siempre el músculo, el problema se magnifica mucho más.
De hecho, el tratamiento consiste en modificar o controlar la carga y, por supuesto, tener paciencia: el protocolo de recuperación de todas las tendinopatías cambia según el tendón. Debemos tener claro que el tendón no necesita reposo: el tendón necesita una carga controlada. Eso no significa necesariamente disminuirla, sino adaptarla o cambiarla. Por ejemplo, el entrenador te ha programado series de 200 metros cuesta arriba. Pues bien, es posible que no sea necesario cambiar las series de 200 metros, pero si hay dolor quizás es mejor hacerlas en un terreno llano en vez de subiendo. Se trata de intentar ver dónde reside el problema de ese tendón puesto que el ejercicio puede hacerse con pequeñas molestias.
Debemos partir de la base que llegar al diagnóstico de una tendinopatía supone un problema importante. La mayoría de las veces cuando uno sabe que tiene una tendinopatía es porque le duele, pero cuando empezamos a tener dolor seguramente llevamos ya meses arrastrando la patología. Si no tienes dolor, a menos que previamente te hayas hecho un screening mediante ecografía y veas que el tendón está dañado, no puedes saber si estás desarrollando una tendinopatía.
En cuanto a medidas preventivas, en primer lugar hay que conocerse a uno mismo. Un deportista, por más amateur que sea, debe conocerse. Eso es básico. Debe saber si tiene una alteración de ejes de las piernas; si tiene los pies planos, etc. Conocerse a uno mismo, ver por dónde pueden surgir los problemas y a partir de ahí intentar corregirlos siempre a partir de una carga controlada y progresiva para que el tendón la pueda controlar bien. No se trata únicamente de corregir problemas de dismetrías o de la pisada, se trata también de realizar entrenamientos progresivos, con un tiempo de descanso apropiado, utilizar el material adecuado… Si lo hacemos así, no solo no caeremos en una tendinopatía, sino al contrario, ese tendón cada vez nos aguantará más y mejor.